Historias que contar!

La noche inició con una fila bastante extensa afuera del recinto. En esta ocasión nos encontramos en una zona bastante céntrica: el McCarthy’s Irish Pub de la colonia Nápoles fue el lugar seleccionado para este concierto. A las afueras, los fans comenzaban a platicar entre ellos, y en el ambiente se respiraba familiaridad.
A las 20:30 hrs se abrió el acceso para el público, que ya comenzaba a mojarse, pues la lluvia hizo su aparición y no paró hasta altas horas de la madrugada, aun cuando el concierto termino la lluvia continua por lo que algunos, o más bien todos, nos mojamos un poco, pero bueno nos secamos durante el show.
Ya dentro, encontramos una serie de mesas ordenadas al frente del escenario, una zona de barra y una zona de cocina. Los principales aperitivos fueron cervezas, alitas y papas fritas: el clásico elixir de un metalhead. Las cervezas, por cierto, parecían estar bastante frías. Todo esto a precios accesibles.

Aproximadamente a las 20:52 hrs arrancó el espectáculo con la banda veracruzana Kontako, quien dio una buena presentación mostrando algunos temas originales con calidad. Mientras tanto, el público seguía accediendo para terminar de llenar el recinto.
Al terminar, el telón bajó y los preparativos para la banda de Tete Novoa comenzaron. Las mesas se llenaban de comida y bebida, la alegría se hacía presente. La hora de inicio marcó las 22:05 hrs, con algunos minutos de retraso respecto al horario estipulado.
Las chicas de la banda entraron al escenario, mientras en las pantallas se proyectaba un intro precioso que relataba el camino hacia esta gira. Luego apareció el vocalista español: Tete Novoa.

La presentación arrancó con “Vayamos más allá” y al ritmo rápido del mash-up de “We Will Rock You” comenzaron a presentarse algunas fallas en la batería. Para la siguiente canción, fue necesario hacer una pausa de algunos minutos mientras los técnicos intentaban resolver el problema.
Tete Novoa aprovechó este momento para agradecer a México por su entrega hacia él, por acompañarlo en su trayectoria y por todas las muestras de cariño que siempre ha recibido. Después de este mensaje, continuó con “Tu luz”, que cayó como anillo al dedo.

Sin embargo, la batería seguía presentando fallas, por lo que la mejor decisión fue bajar el telón. Tete pidió al público esperar un poco, y este respondió con buena actitud; a fin de cuentas, había con qué entretenerse en las mesas. Después de alrededor de diez minutos, la banda salió nuevamente con toda la actitud. La baterista mostraba otra cara, más animosa, pues todo el tema del sonido quedó resuelto para el resto de la noche.
Tete también lo hizo notar al decir: “Ahora sí, vamos con todo”. El setlist continuó con una noche llena de emociones: “Parte de ti”, “El circo de la vida”, “Inmortal” y “Fuego cruzado”. La emoción seguía en aumento y la alegría se mantenía a tope. Cuando llegó “Efimera”, a varios de nosotros se nos quebró la voz, pues esta canción habla de lo rápido que puede vivirse el amor y lo pronto que puede desaparecer, sin razón aparente, como si todo cambiara en un abrir y cerrar de ojos. Esos sentimientos continuaron con “Techos de cristal” y “Ahora eres tú”.

Después, llegó el turno de los solos de toda la banda, compuesta en esta ocasión por tres talentos nacionales, quienes a lo largo del evento dieron acompañados por pantallas y bastantes luces incandescentes en forma de pirotecnia: Cinthya Blackcat en la guitarra, Carla Soriano en el bajo, Jime Pau en la batería y Tete Novoa en el micrófono.

Con la gente bien prendida, inició “Maldito sea tu nombre”, una versión de Los Ángeles del Infierno que sonó bastante limpia. Entre el público, algunos la coreaban con fuerza, mientras otros la escuchaban por primera vez. Le siguió “Evil Machine”, que terminó por sacar toda la energía del público, que ya estaba más que sudoroso. Dentro del recinto hacía bastante calor.
La calma llegó cuando Tete habló sobre el recuerdo de los seres queridos y de nuestros compañeros peludos, las mascotas que muchos hemos tenido. Para ellos existe una canción que conmemora a quienes ya no están: “Seremos tú y yo”, que fue cantada con mucho sentimiento por todos los asistentes. Esta pieza fue acompañada por un video emotivo que tocó directo al corazón, mostrando imágenes de nuestros amigos peludos.

Para el encore llegó “Sin saber nadar”, una de las canciones más entonadas de la noche. Le siguió “Highway to Hell” y, por último, una de las favoritas del público: “Somos”, que cerró la catarsis emocional de la noche al ritmo de “Somos, narcóticos del corazón, somos el último rayo de sol”. La noche llegaba a su fin con esta serie de canciones, y aunque todos queríamos un poco más, el ocaso del concierto llegó.
Un evento alegre, de ambiente familiar, sin excesos ni malos rollos, como fue planeado. Queremos agradecer especialmente a Kalimocho Producciones por todas las atenciones y facilidades. Nos vemos pronto con más acción y más rock.